Cuando nos disponemos a estudiar es muy importante tener la mente relajada y tranquila, ya que si estamos en tensión nos resultará más difícil memorizar. Para ello, es aconsejable cerrar los ojos y respirar profundamente antes de ponerse a estudiar, una buena opción sería escuchar música relax.
El siguiente paso es hacerse un mapa mental, es decir, ver cómo vamos a enfocar todo lo que hay que memorizar. Hacer dibujos, esquemas con pocos datos nos ayudarán a organizar todo el trabajo.
Una vez visualizado el temario completo, es muy importante distinguir las ideas principales de las ideas secundarias. Subrayar es una técnica muy eficaz, primero debemos hacer una primera lectura del temario e intentes comprenderlos y después ya procedas a subrayar y extraer lo relevante de lo que no. Es preciso saber jerarquizar, podemos hacernos esquemas donde reflejemos:
- Las ideas principales
- Las ideas secundarias
- Detalles que nos resultan interesantes y que nos pueden ayudar a complementar nuestra explicación.
No hay que usar gran cantidad de colores, usa los mismos colores para cada estilo, por ejemplo: verde para las ideas principales, amarillo para las secundarias y azul para los detalles.
- Si nos sentimos agobiados con la cantidad de datos e información (fechas, nombres, lugares, etc.) una técnica muy eficaz es memorizar jugando: consiste en asociar, agrupar, comparar o contrastar ideas con cosas que conocemos o historias que nos inventamos o creamos. Por ejemplo: Imagínate que tienes que recordar el nombre de un rey o una fecha relevante en la historia. Podemos intentar asociarlo con el nombre de algún famoso que nos guste o con el año de nacimiento de algún conocido o familiar para que se nos quede marcado.
Cuánto mejor organicemos nuestro estudio, menos será el esfuerzo, menos tiempo nos supondrá y mejores los resultados obtendremos.
