Empleos raros y bien pagados

Hace un tiempo salía una relación publicada en la página Qué! sobre los diez empleos más raros y mejor pagados del mundo. La exclusividad es sinónimo de lucro, aquí podrás ver cuales son estos empleos… algunos de estos empleos raros bien pagados te sorprenderán.

– Catador de helados: Los catadores de helados deben de comer el equivalente a un litro de helado diario de distintos sabores, para determinar cuales pueden ser comercializados y cuales no. Allison Grey es catadora de Haagen-Dasz y está convencida de que tiene el mejor trabajo del mundo. Comenta que su trabajo, además de consistir en probar los nuevos sabores, es viajar por todo el mundo captando esencias y sabores para crear nuevos helados, un trabajo que puede llevar entre 12 y 18 meses. Comenta que tardaron 4 años en perfeccionar el brownie de chocolate.

– Catador profesional: Como vemos el tener un paladar y olfato desarrollado es una cualidad que se valora mucho en la industria alimenticia.Briton Richard Keam, tras ganar un concurso promovido por Virgin Australia fue contratado como «maestro del gusto», su trabajo consiste en visitar restaurantes, bodegas y destilerías para probar los mejores manjares del oeste australiano y valorarlos. Existen muchos catadores profesionales, de vino, de champán, de cerveza… sus trabajos son siempre excitantes. Viajar por todo el mundo a degustar las distintas variedades de estos productos y evaluarlos.

– Probador de videojuegos: El sueño de cualquier friki, pasar horas dedicado a jugar con la videoconsola y el ordenador y que encima te paguen por ello. Es un trabajo que cada vez tiene menos tirón porque muchas empresas utilizan versiones beta que distribuyen entre jugadores que están dispuestos a probarlas gratis. Pero las grandes compañías siguen apostando por un equipo de jugadores profesionales que les ayuden a ultimar el producto.

– Sexador de pollos: Un trabajo que puede sonar absurdo, pero por el que hay una demanda constante de empleo y por el que se paga la friolera cantidad de 55.000 libras anuales (más de 75.000 euros). Pero no es un empleo fácil. Reconocer el sexo de un pollo recién nacido es complicado, y se espera que los sexadores puedan hacerlo sin dedicar más de 3 segundos a cada pollo, los clasifiquen, separen en una cadena y comentan muy pocos errores. Consiste en estar 8 horas diarias mirando el trasero de pollos. Esta tarea requiere de 3 años de formación específica y muchos de lo que lo consiguen lo dejan por hastío. Si te ves capacitado inglaterra siempre busca nuevos sexadores.

– Inspector de patatas fritas: Las cadenas de comida rápida sirven millones de estas patatas, y los inspectores tienen la labor de controlar las cadenas de fritura de patatas y descartar aquellas demasiado fritas, poco fritas, con defectos o en mal estado. Una labor repetitiva y que requiere de una gran precisión.

– Limpiador de chicles: Pero no un limpiador de chicles cualquiera, el limpiador de chicles real de la corona británica cobra la friolera de 16.000 libras (24.000 euros) anuales por quitar del suelo del palacio de Buckinghan y el palacio de Holyrood. No es que la reina madre sea aficionada al chicle, es que una minoría de los turistas que lanzan chicles en los recorridos que se hacen en estos dos lugares.

– Catador de comida para mascotas: Es un empleo que requiere de dos cosas. Ausencia total de escrúpulos y un sentido del paladar capaz de distinguir los matices de sabor que más le gustan a nuestros compañeros caninos y felinos. Es un empleo que deja tan mal aliento como buena cartera.

Tanatopraxia: Un empleo que tiene siete mil millones de clientes potenciales y que nunca entra en crisis. Los tanatopractores se encargar de retrasar la descomposición del cuerpo y en maquillar a los difuntos para que sus familiares puedan brindarles un último adiós con dignidad. Un especialista en tanatopraxia y tanatoestética puede cobrar entre 4200 y 5000 euros mensuales. Eso sí, hace falta un carácter templado, sosegado y poco impresionable que hace que no sea un trabajo para cualquiera. De ahí su constante demanda y su poca oferta.

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